Dios no nos evita enfrentarnos a situaciones difíciles y dolorosas en medio de un contexto que se llama cristiano, cuando en realidad es pagano. Pero sí nos da las armas para la batalla.
Cristo se declara una y otra vez como el Alfa y la Omega, el Primero y el Último. Títulos que sólo se le atribuyen a la Divinidad y que significan el Inmutable y Eterno Dios.
Hay criaturas inteligentes que están a un nivel muy superior al hombre, pero que sirven a Cristo en el cumplimiento de su Voluntad en el mundo y sobre los herederos de la salvación.
En nuestros días hay muchas razones que llevan a los hombres a trabajar: prosperidad económica, satisfacción personal, etc…, pero ¿cómo debemos asumir el trabajo los creyentes en medio de una sociedad cada vez más centrada en el hombre?
Hay una llamada imperativa para que todas las gentes obedezcan a la fe, porque desoír el mensaje tiene repercusiones eternas. La ignorancia de la Ley no exime de culpa.